Existen muchos casos de personas que comienzan a reírse incontrolablemente, no pueden parar, les falta el aire y finalmente se desmayan. ¿Por qué sucede esto? Según el doctor Martin Samuels, profesor de neurología en la Escuela Médica de Harvard, desmayarse cuando uno se ríe puede estar relacionado con una sobre respiración, y no es peligroso. Es prácticamente imposible que este hecho lleve a la muerte, al menos directamente –si nos desmayamos y nos golpeamos, es otro asunto–.
Sin embargo, se conocen algunos casos de personas que han muerto de la risa: por un lado, tres siglos antes de Cristo, el filósofo Crisopo murió a carcajadas tras ver a un burro borracho con vino. En 1989, un otorrinolaringólogo danés murió viendo Un pez llamado Wanda, algo similar a lo que sucede en el sketch de los Monty Phyton, en el que un hombre escribe la broma más graciosa del mundo e inmediatamente muere. En 2003, una mujer intentó despertar a su marido de un sueño muy profundo en el que se reía, pero nunca lo consiguió: el hombre murió por un fallo al corazón o una posible asfixia.
Los sentimientos de felicidad muy fuertes son casi tan peligrosos como los sentimientos de tristeza o las malas noticias. Muchas personas han muerto tras una gran noticia o sorpresa, o incluso durante la actividad sexual.
¿Por qué sucede esto? Por el conocido mecanismo de lucha o huida: una emoción extrema –sea cual sea– activa una parte del cerebro que es la responsable de luchar o huir. Esta situación libera adrenalina, que en animales grandes puede ser tóxica para varios órganos, incluido el corazón.
Por esta razón, estados emocionales muy potentes pueden ser negativos para el corazón, causando en ocasiones un ritmo irregular que puede causar la muerte.
Sí, sin duda alguna hay casos de personas que han muerto al reírse mucho, pero no debemos olvidarnos de que la risa es también una de las mejores medicinas: nos hace sentir bien, disminuye el estrés, también es un analgésico natural –especialmente para problemas como la artritis, los dolores musculares y depresión–.
Algunos estudios dicen que la risa disminuye una hormona del estrés, mejora la calidad de nuestra sangre y aleja virus y bacterias de nuestro tracto respiratorio y gastrointestinal superior.
Digamos que, si bien es posible morir de risa, no es lo más común. Algunas personas completamente sanas lo han sufrido, pero lo más común es que no sea más que un desmayo, y tampoco ocurre siempre ni a todas las personas.
Fuente: Ojo Científico
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