"Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel que eligió como última morada".
Nació en la Ciudad de la Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires. Sus primeros años los paso en Berisso, localidad adyacente a La Plata. A temprana edad, su padre abandonó el hogar dejando a su madre con siete hijos, los cuales emigraron hacia Tierra del Fuego, al sur de Argentina. Luego, a los 8 años, vivió en Tandil.
Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida; se convirtió en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio. Al poco tiempo consiguió escapar; según cuenta, encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo.
Cabral citaría así sus inicios en el medio musical:
"Empecé a cantar con los paisanos, con la familia Techeiro. Y el 24 de febrero de 1954, un vagabundo me recitó el sermón de la montaña y descubrí que estaba naciendo. Corrí a escribir una canción de cuna, Vuele bajo, y empezó todo".
En 1959, ya tocaba la guitarra y cantaba música folklórica, admiraba a Atahualpa Yupanqui y José Larralde, se trasladó a Mar del Plata, ciudad balnearia argentina, y solicitó trabajo en un hotel; el dueño lo vio con su guitarra y le dio la oportunidad de cantar.
Así comenzó su carrera dedicada a la música; su primer nombre artístico fue El Indio Gasparino. Sus primeras grabaciones no tuvieron mayor repercusión. Luego se presentó con su nombre verdadero.
En 1970, grabó “No soy de aquí, ni soy de allá”. Empezó a ser conocido en el mundo, grabó en nueve idiomas con cantantes de la talla de Alberto Cortez, Julio Iglesias, Pedro Vargas o Neil Diamond entre otros.
Influenciado en lo espiritual por Jesús, Gandhi y La Madre Teresa de Calcuta, en literatura por Jorge Luis Borges y Walt Whitman, imprimió a su vida un rumbo espiritual de observación constante a todo lo que le ocurría, no se conformó con lo que veía y su carrera como cantautor tomó el rumbo de la crítica social, sin abandonar su habitual sentido del humor.
Durante la última dictadura argentina (1976-1983), era ya considerado un cantautor de protesta, lo que lo obliga a abandonar Argentina en 1976. Se radicó en México, donde continuó componiendo y haciendo presentaciones. Se estima que recorrió 159 países.
En 1984, regresó a Argentina con su nombre consagrado. Ofreció un recital en el Teatro Luna Park. Siguió por Mar del Plata. En 1987, hizo una presentación en el estadio de fútbol de Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires, con capacidad para treinta y cinco mil personas.
Se presentó en conciertos junto a Alberto Cortez en “Lo Cortez no quita lo Cabral” uniendo humor y poesía con las canciones que hicieron famosos a ambos intérpretes. En enero de 1996, ambos actuaban en la ciudad de Mar del Plata, cuando Alberto Cortez debió ser operado debido a una obstrucción en la carótida, así que Cabral continuó con la gira de la cual se hizo una grabación.
No existe una lista documentada de sus reconocimientos discográficos, ya que Cabral al no tenía una vivienda propia, sino que vivía en cuartos de hoteles. En los últimos años de su vida, se dice que decidió entregárselos a un conductor de taxis, conocido suyo, quien los coleccionaba. Sin embargo se reseñan los siguientes:
Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires
Por el voto unánime de la Legislatura porteña y merced a "su gran trayectoria en la escena musical nacional e internacional y por su infatigable labor como mensajero de paz y unidad de los pueblos del mundo".
Por 41 votos a favor y ninguno contra, la Legislatura porteña convirtió ley un proyecto de la diputada del PRO, Silvia Majdalani, que declara Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al cantautor Facundo Cabral. Según el artículo 1°, la legisladora afirma que hizo la presentación, no solo porque el trovador posee una "vastísima trayectoria en la en la escena musical nacional e internacional", sino por "su infatigable labor como mensajero de paz y unidad de los pueblos del mundo".
En reconocimiento a su constante llamado a la paz y al amor, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz” (1996).
Su último concierto
Se presentó en la ciudad de Guatemala el martes 5 de julio de 2011 en el Expocenter del Grand Tikal Futura Hotel, a las veinte horas; y el jueves 7 en el que sería su último concierto, en el Teatro Roma de la ciudad de Quetzaltenango, el cual cerró interpretando la canción “No soy de aquí, ni soy de allá”.
Fue asesinado el 9 de julio del año 2011 alrededor de las 5:40 am, en la Ciudad de Guatemala, víctima de un confuso atentado en el Boulevard Liberación de dicha ciudad; más precisamente cuando se dirigía con otras personas hacia el Aeropuerto Internacional La Aurora para continuar en Nicaragua con su gira de presentaciones, donde se presentaría en el Teatro Nacional Rubén Darío.
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