Sus aplicaciones se extendieron de audio portátil de grabación casera al almacenaje de datos para computadoras. Entre los años '70 y empezando los '90, el casete era uno de los dos formatos más comunes para la música pregrabada, junto a los discos de vinilo y más adelante al disco compacto.
Los casetes funcionan haciendo pasar una cinta por un cabezal. Las cintas de cassette tienen zonas magnéticas con códigos para los sonidos grabados en ellas. El cabezal convierte estos códigos magnéticos en señales eléctricas en amplificador refuerza estas señales y las envía después un altavoz que convierte las señales en sonidos.
El cabezal era un pequeño rollo de alambre en un núcleo de metal. A medida que la cinta pasara por allí los códigos magnéticos creaban señales eléctricas. La mayoría de los casetes tienen un pequeño micrófono que permitía hacer grabaciones propias.
Con información de: microcaos | wikipedia
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