La mayoría de las piedras, que están caídas por razones todavía desconocidas, se encontraban rodeadas por una zanja de 17,6 metros de ancho. “No creemos que haya nada como esto en ningún lugar del mundo. Es algo completamente nuevo y su escala es extraordinaria”, ha manifestado el arqueólogo Vince Gaffney, líder del proyecto de investigación en la Universidad de Bradford.
Pero, ¿qué ocupaba este inmenso círculo de piedras? Según estiman los expertos, debió tratarse de un anfiteatro natural dedicado a rituales de algún tipo, levantado hace más de 4.500 años, aunque de momento no se sabe cuánto tiempo permaneció en pie. Para lograr apreciar en toda su dimensión el nuevo círculo, los arqueólogos han creado una reconstrucción virtual. Aseguran que al menos 30 bloques han resistido intactos el paso el tiempo bajo tierra.
El descubrimiento, según sus responsables, abre una fabulosa puerta al conocimiento de la cultura neolítica en las islas británicas. “Todo lo que se ha escrito sobre el paisaje de Stonehenge y los monumentos antiguos que alberga va a tener que ser reescrito”, ha concluido Paul Garwood, arqueólogo de la Universidad de Birmingham participante en el proyecto.
Con información de Muy Historia
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