Varias hipótesis han surgido en torno al significado de la composición original de La creación de Adán. Muchas de éstas toman la bien documentada experiencia de Miguel Ángel en la anatomía humana como punto de partida.
En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó en la Revista de la Asociación Médica Norteamericana que las figuras y sombras representadas tras la figura de Dios aparecían como una acertada representación del cerebro humano incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo. Alternativamente, ha sido observado que el manto rojo alrededor de Dios tiene la forma del útero humano y que la bufanda verde que cuelga de él, podría ser un cordón umbilical recién cortado.
Esta obra ha sido tan reproducida y asimilada por la cultura popular que sorprende cuando se ve por primera vez en su contexto rodeada de otros tantos frescos que ilustran fragmentos de la Biblia. El gesto de aproximación entre las manos de Dios y Adán es tan reconocible que existen multitud de referencias y parodias de la escena.
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