Los chinos eran entonces tan eficaces en la construcción de grandes cometas de poco peso, que incluso llegaron a empleadas como planeadoras monoplazas no sin cierto éxito. El aeronauta tendido sobre la superficie superior de una estructura de bambú y papel, se aferraba a ella, con manos y pies, y su única esperanza consistía en encontrar un viento intenso y favorable.
En antiguos grabados chinos sobre seda y madera, aparecen niños que hacen volar pequeñas cometas de ingenioso diseño, cuya variedad de colas indica que la importancia aerodinámica de éstas ya era apreciada en tiempos muy antiguos. Desde China, las cometas pasaron a la India y después a Europa, y en cada nuevo país su aplicación inicial fue en las comunicaciones militares, como complemento de otros dispositivos com fogatas, señales de humo codificadas y otras.
En el siglo XII, los niños europeos ya hacían volar cometas “musicales” que silbaban mediante pequeños orificios en su cuerpo y el uso de múltiples cuerdas vibrantes. Las cometas provistas de equipos de medición atmosférica desempeñaron un papel esencial en el desarrollo de la meteorología, y los conocimientos acumulados durante siglos en su construcción contribuyeron al progreso de la aerodinámica. Hoy en día, la cometa sobrevive como juguete en todas las culturas.
Fuente: usuaris.tinet.cat
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