Los loros pueden hablar mucho más de lo que creemos
Comúnmente se los considera como unas simples grabadoras vivientes, no obstante, una serie de estudios (que vienen desarrollándose hace ya más de 30 años) han demostrado que los loros pueden hacer mucho más que imitarnos. El dato más sorprendente arrojado por estos estudios es que los loros grises, por ejemplo, pueden realizar procedimientos lingüísticos tan hábiles como un niño pequeño de hasta 4 años edad. Estos loros demostraron tener la capacidad de diferenciar entre conceptos como “igual”, “diferente”, “más grande que”, “más pequeño que” y “ninguno”. Hoy, los resultados se utilizan en el desarrollo de la tecnología robótica, intentándolo aplicar a los patrones del habla de nuevos robots.
Las jirafas y flujo sanguíneo único
Las jirafas, esas elegantes señoras que ocupan el primer lugar entre los animales más altos del planeta, tienen su cabeza a unos 16 mts. de altura y eso es tremendamente alto, ningún animal tiene un cuello tan largo como ese. Ahora, ¿imaginas tener que bombear sangre a través de esos 16 mts. de largo? Si, las jirafas son mucho más sorprendentes de lo que imaginabas, al tener ese cuello tan largo, su corazón debe bombear sangre hasta el doble de fuerte que el de una vaca para que ésta pueda llegar hasta el cerebro y un sistema de vasos sanguíneos ampliamente complejo, necesario para asegurarse de que la sangre pueda llegar hasta aquellas alturas.
Las ratas-topo no son ciegas
Las ratas topo son unos seres muy atractivos, interesantes y hasta divertidos. Esos seres viven bajo la tierra, en conductos húmedos y oscuros de hasta varios metros de profundidad. Por esta razón, y también debido a su peculiar aspecto, siempre se ha creído que las ratas-topo no tienen ojos, tienen ojos muy pequeños e inútiles o que simplemente son ciegos, guiándose así nada más que por su desarrollado olfato y su escucha, corriendo ágilmente por esos tubos debajo del suelo. Al parecer, nuevas investigaciones han demostrado que esto no es cierto, ya que las ratas-topo sí tienen ojos y sí ven, pero esto tampoco fue siempre así. Los expertos sugieren que han desarrollado la vista como parte del proceso evolutivo, la existencia de luz en los túneles de los topos, les sugería a éstos que allí podía haber un depredador o un intruso, siendo la vista un sentido muy útil.
Las aves usan el campo magnético terrestre para viajar
Las brújulas, los mapas y hoy, nuestros GPS, nos han facilitado los viajes de una forma espectacular, pero, ¿te imaginas si tuvieras que salir de viaje hoy sin ninguna de estas cosas? Sí, estaríamos en problemas. Pero ¿qué hay con las aves y sus viajes migratorios? Como sabemos, dependiendo del clima y otros factores, las aves realizan enormes viajes durante mucho tiempo y a través de larguísimas extensiones sin nada con que guiarse, o bueno, al menos eso era lo que creíamos. Estudios científicos, realizados poco tiempo atrás, han demostrado que diversas especies tienen puntos de referencia en la Tierra para guiarse en sus viajes y éstos están determinados por el campo magnético terrestre.
Los cocodrilos tragan rocas para bucear
El estómago de un cocodrilo es una verdadera maravilla de la naturaleza y allí dentro puede haber absolutamente cualquier cosa. Desde carcasas de tortuga a esqueletos de animales de toda clase, desde pequeños peces a enormes búfalos y leones, o hasta en algunos casos, otros cocodrilos. Sabemos que especies como el cocodrilo de agua salada, representan el reptil más grande del mundo, que tienen una fuerza majestuosa y que entre otras cosas, tienen la mordida más fuerte del mundo, por lo cual, son un coloso por donde se lo mire. Pero, ¿sabías que entre todas esas cosas que puedes encontrar dentro de un cocodrilo, hay rocas? Los cocodrilos tragan rocas enormes y muy pesadas, que realmente llaman la atención, los investigadores sugieren que puede tratarse de una especie de ancla o algo así, ese peso les permitiría descender a lo más profundo y bucear, quedándose así por un largo tiempo bajo el agua.
Fuente: ojocientifico.com
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