Celia fue la cantante latinoamericana más famosa y mejor pagada del siglo XX, con veintidós álbumes de oro a su nombre entre otros muchos reconocimientos y premios. Conocida en el mundo entero por su excelente calidad como cantante y por su famosa frase «¡Azúcar!», símbolo de su filosofía ante la vida y de su orgullo de ser cubana. Su estilo trascendió épocas y se mantuvo vigente durante mas de cincuenta años.
«¡Azúcar!» era su potente grito infeccioso, la contraseña de apertura y cierre de sus conciertos y la clave para hacerse entender en todo el mundo. Difícilmente alguien ha bailado más -y ha hecho bailar más- que esta cubana de sonrisa contagiosa y persistente que conquistó adeptos de todas las latitudes a lo largo de más de cincuenta años de exitosa trayectoria. Cantante de guarachas, danzones, sones y rumbas en sus comienzos, Celia Cruz siempre estuvo abierta a nuevas experiencias que la llevaron a abordar otros ritmos y a unirse a proyectos en principio arriesgados para una artista consagrada.
Así se erigió en la imagen distintiva de la salsa con orquestas como las de Tito Puente, Willie Colón, Ray Barretto o Johnny Pacheco, y así llegó a cantar incluso rock o tango, y a unir su poderosa voz a la de intérpretes tan dispares como el británico David Byrne, el rumbero gitano Azuquita, el grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs, los españoles Jarabe de Palo y el rapero haitiano Wyclef Jean, además de improvisar duetos con sus amigas Lola Flores y Gloria Estefan, y con Dionne Warwick o Patti Labelle.
En el 2002, grabó un nuevo álbum, La Negra tiene Tumbao, en el cual Johnny Pacheco fue uno de los productores y en el que incursiona en las variantes modernas de los ritmos caribeños, influidos por el rap y el hip hop.
Durante una presentación en México, sufre un percance de salud. A raíz de esto, se descubre que tiene un tumor cerebral y se somete a una operación para extirparlo a finales de ese año, para luego intentar retomar su carrera artística. Grabó un disco, el último, titulado Regalo del alma. El 2003, su último año de vida, le fue ofrecido un homenaje por parte de la cadena hispana estadounidense Telemundo.
La tarde del 16 de julio de 2003, falleció en su casa en Fort Lee (Nueva Jersey). Después de su muerte, su cuerpo embalsamado, fue llevado a Miami y Nueva York, de tal manera que todos pudieran rendirle homenaje. Su sepelio reunió a más de 150 mil personas en Miami, y similar cantidad en Nueva York. El sepelio de Nueva York constituyó uno de los más grandes que recuerda esa ciudad, superando incluso al de Judy Garland en el año 1969.
Te dejamos con una presentación En Vivo de Celia Cruz cantando Vasos Vacíos al lado de Vicentico (Vocalista de Fabulosos Cadillacs):
@BuzzSonico
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