Beatles + 1968 + Don McCullin. Es decir uno de los grupos más celebres de la historia de la música, uno de los años más turbulentos del siglo pasado, y finalmente uno de los fotógrafos de guerra más curtidos del siglo XX. Esta combinación volvería loco a cualquier coleccionista.
‘A Day in the Life of The Beatles’ es un libro publicado a finales de 2010 que reúne las fotografías que Don McCullin realizó en 1968 al célebre grupo inglés quizás en el mejor momento de su carrera, un año después del disco ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’ y durante la grabación de ‘The White Album’. Gran parte de esas fotografías habían permanecido sin publicar hasta ese momento.
Este libro, que ahora se publica en España por La Fábrica Editorial con el título ‘Un día en la vida de los Beatles’, es el resultado de una intensa sesión fotográfica que McCullin desarrolló por las calles de Londres. Ese día, que todavía se recuerda en el entorno de los Beatles como “el día loco en la calle”, McCullin paseó con los Beatles por la zona de King’s Cross, en el East End, Whitechapel, Limehouse para acabar finalmente en la casa de Paul McCartney en St John’s Wood.
A este momento final de la sesión fotográfica pertenecen las imágenes que retraen a los cuatro de Liverpool bajo una cúpula geodésica, un capricho arquitectónico que, como explica Paul Mc Cartney en el prólogo del libro, se convirtió en su plataforma de meditación y todavía sigue en su sitio al lado de un jardín japonés que conduce a ella.
“Al comienzo pensé que intentar hacer un libro en una sola sesión nunca funcionaría pero, como ese día hicimos tantas cosas, funcionó. Para nosotros, aquel fue un gran día en la calle” escribe Paul McCartney siempre en el prólogo. En medio de un jardín de la periferia londinense, desnudándose cerca del río, tocando el piano con un papagayo en el hombro, sentados en el banco de un parque y jugando en la plataforma de un monumento.
Don McCullin no es un fotógrafo de estudio, es un fotógrafo de guerra y los Beatles – un poco cansados del enfoque de otros fotógrafos, como explica McCullin en la introducción – no le obligaron a adaptarse a una situación nueva para él, sino que recrearon ellos mismos la guerra en las calles de Londres. Histriónicos pero no felices, los Beatles se alternaron delante del objetivo de McCullin en una serie de retratos en los que se puede entender algo más sobre cada una de ellos.
“John Lennon y Paul McCartney eran claramente los líderes” afirma Don McCullin en la introducción “George Harrison era el más callado, y Ringo parecía mantenerse un poco al margen”. Quizás sea por esto que, en esa sesión de guerra y un poco low budget de los Beatles, el fotógrafo decidió dirigir el objetivo de manera equilibrada hacia todos los miembros del grupo.
En las fotos, los Beatles parecen satélites que forman parte del mismo sistema y que sin embargo ya recorren cada uno su propia órbita. La sesión de fotos de Don McCullin retrae a los Beatles un par de años antes de que se separen y a lo mejor parte de la oscuridad y de la pesadez de algunas de las fotografías dependen sólo en parte del peculiar estilo del fotógrafo.
Aún así, fue un día memorable tanto para los Beatles como para McCullin. Cuando recibió la llamada, el fotógrafo – que ganó doscientas libras por este encargo – confiesa en la introducción que no les dijo que “había prácticamente levitado un par de pulgas sobre el suelo” y que hubiese estado dispuesto a darles él a ellos las doscientas libras. “Fue un domingo extraño” escribe “conduje desde Hertfordshire para reunirme con el grupo de personas más famoso del mundo”.
02/03/2011