La semilla del pino parece tener una reputación afrodisíaca alrededor de todo el Mediterráneo. En su libro de cocina "De re coquinaria", Apicus, citando al romano Marcus Terentius Varro, sugiere el uso de piñones junto con cebolla guisada, mostaza blanca y pimiento.
Galeno, un griego del segundo siglo, indica que tomar una mezcla de piñones, miel y almendras antes de dormir, durante tres noches consecutivas, tiene el efecto de aumentar el atractivo sexual.