La reputación del pimiento como afrodisíaco se remonta a la antigüedad, cuando era usado por egipcios, romanos y griegos. Los árabes no sólo añaden pimiento a sus alimentos, sino que lo usan de otras formas.
Según el libro "El Jardín Perfumado", debes: masticar un poco de pimiento o de sus semillas, poner una cantidad de lo mismo sobre tu miembro y disponerse a la acción. Tanto el hombre como la mujer lo disfrutarán.