Si estas en Holanda, o pretendes ir en algún momento de tu vida, hay un sitio que no debes dejar de visitar, se trata del museo de Maurits Cornelis Escher, más conocido como M. C. Escher. Un espacio ubicado en un palacio de tres pisos, en un lujoso edificio del siglo XVIII donde vivió la reina holandesa Emma, en el centro histórico de La Haya.
Este surrealista artista holandés, conocido por sus grabados en madera, xilografías y litografías que tratan sobre figuras imposibles, teselados y mundos imaginarios, ha ascendido al rango de los grandes junto con Van Gogh y Rembrand tras la apertura de un museo dedicado exclusivamente a su obra.
El museo funciona, en contraste con los castillos paradójicos y espacios extraños en la obra del artista. El museo está entre cuatro paredes sólidas con escaleras señoriales que obedecen a las leyes de la física.
Derivada de la colección del museo municipal de La Haya, la muestra presenta cronológicamente las obras de Escher. En el primer piso están los primeros esbozos realistas, retazos en linóleo y algunos diseños comerciales. En el segundo piso, el principal, se presenta la mayoría de las ilusiones ópticas que lo hicieron famoso, agrupadas temáticamente.
En un toque moderno, el museo ofrece en el tercer piso una muestra de "realidad virtual" que proyecta algunas de las obras más conocidas del artista en hologramas móviles. Esto permite a los visitantes ver, entre otras cosas, sus "Reptiles" en movimiento, circulando como por arte de magia entre el ámbito bidimensional del lienzo y el tridimensional del espacio.
Escher nació en Leeuwarden en 1898 y trabajó como artista durante casi toda su vida, aunque sólo cobró notoriedad en la década anterior a su muerte en 1972.
Se le conoce sobre todo por sus pautas geométricas entrelazadas con tal precisión que han sido utilizadas por los científicos que estudian la formación de los cristales. Pero sus obras más populares son escenas paradójicas -versiones gráficas del País de las Maravillas de Alicia- que parecen normales a primera vista pero que escudriñadas parecen violar las leyes de la naturaleza. El efecto puede resultar enervante.
Aunque el museo de Escher probablemente nunca será tan popular como el Museo Van Gogh, ni tan importante para los historiadores del arte como la Mansión Rembrandt, muestra una colección completa de obras de Escher que son únicas y maravillosas.
El museo está ubicado en Lange Voorhout 74 – 2514 EH The Hague, y abre al público de martes a domingos, desde las 11:00 am. a las 5:00 pm. La entrada tiene un costo de 7,5 euros y los menores (entre 7 y 15 años) un costo de 5 euros. Si quieres saber más de este museo, esta es su web oficial: www.escherinhetpaleis.nl