La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, Río+20, finaliza con la aprobación del documento final, rechazado por muchos de los mandatarios asistentes.El escrito final fue el resultado del convenio al que llegaron los negociadores el pasado martes, un día antes de la sesión de alto nivel. El documento recibió fuertes críticas por parte de entidades de sociedad civil y ambientalistas, pues lo catalogaron como poco ambicioso, frustrante y decepcionante.
El documento pudo haber sido modificado por los presidentes presentes en la cumbre, para integrar nuevas peticiones de las organizaciones defensoras del medio ambiente o de algunos jefes de estado. Sin embargo, Amigos de la Tierra Internacional manifestó “es un atentado a los pueblos, porque es un documento vacío, sin alma y sin compromisos concretos con el medio ambiente y el desarrollo sostenible”.
Algunos funcionarios de las Naciones Unidas y de Brasil, país anfitrión, aseguraron en varias oportunidades que el documento es el mejor posible, debido al fracaso de tres citas del Comité Preparatorio.
Críticos aseveran que en el documento falta el compromiso de los países ricos con el financiamiento de las acciones del desarrollo sostenible.
“La parálisis de las negociaciones y la falta de un acuerdo que permita detener el cambio climático global son un nítido reflejo de la falta de voluntad política y la incapacidad de los países desarrollados para actuar conforme a las obligaciones que se derivan de su responsabilidad histórica y su posición actual”, expresó el presidente de Cuba, Raúl Castro, en su intervención.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que “el ambientalismo del capitalismo es un nuevo colonialismo de doble partida, es un colonialismo de la naturaleza al mercantilizar las fuentes naturales de la vida, y es un colonialismo a los países del sur que cargan la responsabilidad de proteger el medio ambiente, que es destruido por la economía capitalista industrial del norte”, exaltó.
Mientras que Rafael Correa, presidente de Ecuador, solicitó a países desarrollados “asumir una responsabilidad diferenciada ante la problemática medioambiental, al ser los mayores contaminantes de la atmósfera”.
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Fuente: Telesur
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