Para el filósofo griego Platón, el conocimiento es aquello necesariamente verdadero (episteme). En cambio, la creencia y la opinión ignoran la realidad de las cosas, por lo que forman parte del ámbito de lo probable y de lo aparente.
El conocimiento tiene su origen en la percepción sensorial, después llega al entendimiento y concluye finalmente en la razón. Se dice que el conocimiento es una relación entre un sujeto y un objeto. El proceso del conocimiento involucra cuatro elementos: sujeto, objeto, operación y representación interna (el proceso cognoscitivo).
El conocimiento es algo más que simple aprehensión, juicio y raciocinio; es un proceso de crecimiento psicológico –incluyendo lo emocional– moral e intelectual. El conocimiento no se reduce a una actividad intelectual consciente de procesos lógico-matemáticos; es una actividad intelectual más compleja por la que el hombre aprende de modo inconsciente y de modo consciente los sentimientos, las emociones, pensamientos, creencias, actitudes y comportamientos socio-culturales.
Esta semana reflexionamos sobre el conocimiento por que:
«El conocimiento es la mejor inversión que se puede hacer»
Abraham Lincoln
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