Asimismo, el 21 de diciembre de 1993, la Asamblea General proclamó 1996 como Año Internacional para la Erradicación de la Pobreza , a través de la Resolución 48/143, y decidió que las principales actividades relacionadas con la observancia del año se llevasen a cabo en los planos, local, nacional e internacional. Además, decidió que las Naciones Unidas brindase asistencia con miras a crear entre los Estados los encargos de la adopción de políticas, y en la opinión pública internacional una mayor conciencia acerca de la importancia que tiene la erradicación de la pobreza en relación con la consolidación de la paz y el logro de un desarrollo sostenible.
La pobreza y el medioambiente van unidos. Cuando la pobreza entra por la ventana, por la puerta se van la conciencia de solidaridad y la preocupación por el futuro y el medio que nos rodea: la supervivencia a toda costa se convierte en el principal motor, caiga quien y lo que caiga. Si queremos que exista un futuro para la familia humana es necesario que erradiquemos la pobreza.
Esto sólo se consigue en sociedades donde la solidaridad y el ser humano sea el centro. En las nuestras esto está lejos de conseguirse. Hoy en día cada vez son menos los que viven con un bienestar de lujo, y más los que tienen que sobrevivir con cada vez menos.
Días como este buscan llevar a la reflexión y a la discusión de nuevas políticas que beneficien a todos y logren reducir la pobreza y hambre del mundo.
@Culturizando
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