Pelé es el jugador más importante de la historia de Brasil y muchos especialistas lo consideran el mejor futbolista de todos los tiempos. Los 767 goles (oficiales), 26 Campeonatos Nacionales y 3 Mundiales FIFA ganados con la selección de su país, parecerían motivo suficiente. Sin embargo, hasta los más grandes creen en la suerte.
En la década del sesenta, el ídolo del Santos pasaba por una sequía goleadora y atribuyó esa situación a un hecho muy particular: al finalizar el último partido en el que convirtió un gol, regaló su camiseta a un aficionado y desde entonces su rendimiento había empeorado. Al percatarse de ese detalle, le solicitó a un empleado del club que rastreara la prenda y se la trajera de vuelta. El hombre cumplió con su tarea y Pelé volvió a marcar goles. Un pequeño detalle: unos años más tarde el empleado confesó que la camiseta original nunca pudo recuperarse y la entregada al astro brasileño fue similar.
Fuente: Ehow
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