Este extraño fenómeno comenzó a partir de los años 50 y perdura hasta nuestros días. Uno de los hechos mas extraños es que los perros que no mueren en el primer salto, sorprendentemente, vuelven a subir y saltan de nuevo.
Muchos han atribuído el extraño suceso a fuerzas y fenómenos paranormales, a la existencia de campos magnéticos o de energía desconocidos y escondidos entre las rocas.
Sin embargo, veterinarios y expertos comenzaron a realizar estudios y determinaron que dadas las características del puente, la agudeza visual de los perros reduce, y su sentido del olfato es más agudo y potente. También descubrieron que había algunas razas más propensas a tirarse, especialmente las de los cazadores de hocico grande, como Labradores, Collies y Golden Retrievers.
Por último, encontraron que en la región, por debajo del puente y a orillas del río habitaban ciertos animales característicos de la región, tales como el visón americano, animal que se asentó en la región precisamente a finales de los 50, precisamente cuando comenzaron a registrarse los primeros suicidios perrunos.
El visón tiene glándulas que secretan sustancias con un olor muy potente, el cual, enloquece y atrapa a los perros, quienes intentan a toda costa marcar su territorio.
Como el puente hace que el río tenga cauce pequeño, carente de cualquier tipo de corrientes, dicha sustancia se concentra y el olor es más fuerte, por lo que los perros deciden lanzarse al vacío para ir en su búsqueda, sin saber que probablemente encuentren la muerte.
Esta explicación ha sido la más reciente brindada por la ciencia y ha dejado a los más escépticos satisfechos; sin embargo, para los creyentes y aficionados de lo paranormal, el instinto canino por la cacería de visones no resulta del todo convincente, especialmente cuando se trata de perros que saltan una o otra vez hasta morir.
Espera pronto otra nueva entrega de Grandes Misterios.
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