Un año después, de manera no oficial, Gran Bretaña decide atacar el emplazamiento militar debido a que los chinos utilizaban el enclave para ejercer cierto control sobre la zona que ya no les pertenecía. El fortín, una vez desmilitarizado, legalmente siguió perteneciendo a China, fuera de la ley Británica pero en el núcleo de su colonia. Así, en su lugar, se va desarrollando un barrio típicamente Chino, con sus costumbres y tradiciones, siendo este el punto de partida para la que en próximos años se bautizara como la Ciudad de la Oscuridad.
Cae la Dinastía Qing, se establece la República China en 1911 y posteriormente la República Popular China en 1949, pero pese al paso de los años, ningún gobierno se hace cargo de este pequeño lugar que sigue creciendo en total anarquía.
En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y la invasión japonesa a Hong Kong, la Ciudad Amurallada de Kowloon es atacada y su muralla desmantelada.
La guerra acaba y el recinto ya sin murallas empieza a convertirse en un nido donde se agrupan los habitantes ilegales, comenzando así un crecimiento poblacional desmedido en un espacio de apenas 26.000 m2.
Ya conocida por su intensa actividad comercial ilegal como el tráfico de opio, alcohol y la prostitución, en 1949, la fundación de la República Popular China representó para la Ciudad Amurallada de Kowloon la llegada de cientos de refugiados al interior de su perímetro.
Las normas de construcción eran sencillas: uno, que las instalaciones eléctricas estuvieran a la vista para abordarlas rápidamente en caso de incendio; dos, no más de catorce plantas, debido a que los aviones que despegaban del aeropuerto pasaban a pocos metros de las azoteas.
A comienzo de los años 80, la población había aumentado desmedidamente y se estimaba en más de 35.000 habitantes. La ciudad sin ley era conocida por sus excesos, sus fumaderos de opio, sus traficantes de cocaína, sus casinos, su prostitución, los puestos de comida en los que se servía carne de perro y las fábricas secretas de falsificaciones diversas.
Con el pasar de los años, el gobierno británico y el chino calificaron como intolerable la situación del recinto debido a sus altos índices delictivos y a las condiciones de vida en el lugar y clasificaron como una vergüenza para ambas naciones. Así, en 1987 se firma el acuerdo de demolición.
La evacuación tardo dos años, desde 1991 hasta 1993, a no sin la oposición de sus habitantes y comerciantes.
Luego de su demolición, en su lugar se construyó un parque de estética tradicional China inspirado en el arte de la dinastía Qing.
Por Juan Andrés Ling
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