Así lo demostró un equipo de investigadores de la compañía británica Marmite, quienes llegaron a la conclusión de que los lunes es el día que más tardamos en sonreír. Asimismo, el estudio reveló que los individuos con edades comprendidas entre los 45 y los 54 años pasan más de 12 minutos quejándose en cada comienzo de la semana.
El malestar de los lunes también se traslada al escaso rendimiento laboral que tienen los trabajadores, limitándose a 3-5 horas diarias e invirtiendo más tiempo en contar al resto de empleados las “batallitas” del fin de semana. Además de tener un 50% más de posibilidades de llegar tarde al trabajo que el resto de días de la semana.
Fuente: No sabes nada
Seguir a @Culturizando
Tweet