Este estudio ha puesto en contraste a las mujeres orondas o escurridas de cadera con las mujeres con caderas anchas y cintura fina, y al compararlas, los resultados apuntan a que uno de los factores que determina la inteligencia en las mujeres y sus hijos es una proporción que marca que el contorno de su cintura sea menor en unas 0,6 y 0,7 veces al de su cadera.
Este estudio seleccionó una muestra de 16.000 mujeres y niñas a quienes se midió sus características antropométricas y se les hizo hacer pruebas de inteligencia. Los resultados apuntaron a la conclusión expresada en el párrafo anterior.
La explicación a este curioso fenómeno radica en los tipos de grasa que el cuerpo femenino acumula en las caderas y en la cintura. En las caderas se contiene grasa con niveles altos de ácidos grasos de omega -3, los cuales están asociados con el desarrollo del cerebro. La grasa depositada en torno a la cintura es rica en ácidos grasos de omega-6, los cuales obstaculizan el desarrollo cerebral.
Un estereotipo que está relacionado con las conclusiones de este estudio es el físico de Rachel Weisz, actriz que ganó un oscar por su papel en la famosa película El Jardinero Fiel, y que se graduó en Literatura Inglesa por la Universidad de Cambridge mientras estudiaba teatro.
Esta teoría no apunta a ofrecer una regla general para las mujeres y su inteligencia, simplemente intenta arrojar uno de los posibles factores que pueden incidir en la inteligencia de las personas de sexo femenino. Y hay que reconocer que resulta bastante curioso.
Fuente: ojocientifico.com
Seguir a @Culturizando Tweet