Después de una niñez normal con un típico interés por los deportes (en su caso, el fútbol sobre los demás), Luciano se graduó en la Scuola Magistrale, y se enfrentó al dilema de la elección de carrera. Estaba interesado en seguir profesionalmente la carrera de futbolista como portero, pero su madre le convenció para que se convirtiera en profesor.
Posteriormente ejerció en una escuela primaria durante dos años, pero finalmente permitió que su interés en la música prevaleciera. Reconociendo el riesgo que esto conllevaba, su padre le dio su consentimiento a regañadientes: acordaron que Luciano recibiría alojamiento y comida hasta que cumpliera 30 años, y si no triunfaba a esa edad, se ganaría el sustento por sus propios medios.
Sus primeras apariciones públicas como cantante fueron en el coro del Teatro de la Comuna, en Módena, y más tarde en La Coral de Gioacchino Rossini, donde demostró su talento. Debutó el 29 de abril de 1961, como Rodolfo en La Bohème de Puccini, en el teatro de ópera de Reggio Emilia, lo que le depararía grandes satisfacciones, sería su carta de presentación y lo grabaría junto a su coterránea Mirella Freni dirigido por Herbert von Karajan, lo cantaró en La Scala dirigido por el célebre Carlos Kleiber en 1979 y fue motivo de su debut en el Metropolitan Opera de Nueva York en 1968 y de la primera retransmisión televisiva nacional en 1977 desde ese teatro, acompañado por la soprano italiana Renata Scotto.
La consagración absoluta llegó con Tonio de la ópera La hija del regimiento de Gaetano Donizetti junto a la soprano australiana Joan Sutherland, con su difícil aria de nueve notas do de pecho que le hizo merecedor de la portada del The New York Times.
Las actuaciones más comentadas a nivel internacional del gran tenor italiano, fueron las que realizó con los españoles Plácido Domingo y José Carreras, con quienes formó el trío Los Tres Tenores (The Three Tenors). Esta idea, propugnada por Pavarotti para hacer llegar "il bel canto" a todos los públicos, comenzó con un concierto en las Termas de Caracalla en Roma que sirvió de clausura al mundial de fútbol de 1990. El éxito fue tan atronador que se repitió en las clausuras de los sucesivos mundiales de 1994, 1998 y 2002, así como en algunos otros conciertos adicionales, todos ellos de inmenso éxito.
El tour del adiós fue suspendido debido a una intervención en la espalda a principios de 2006 y cuando se preparaba para partir de Nueva York a reanudar su gira mundial de despedida se le descubrió un tumor maligno en el páncreas. Fue operado en un hospital de Nueva York el 7 de julio de 2006 y todos sus conciertos fueron cancelados debido a su muy delicado estado de salud, causado por una neumonía posterior a la operación. El 8 de agosto de 2007 fue hospitalizado víctima de un estado febril y de complicaciones respiratorias. Abandonó la clínica el día 25 de agosto para continuar la convalecencia en su hogar.
El 6 de septiembre de 2007, falleció en su hogar a causa de cáncer de páncreas.
Hoy vamos a recordarlo con este tema que tanto le escuchamos cantar:
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