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En 1657, cuando Pierre tenía 19 años, decidió ingresar en un convento de monjes benedictinos en la abadía de Saint-Vannes, en la ciudad de Verdún.
Posteriormente y durante el año 1668 es trasladado a la abadía de Hautvilliers, cercana a la ciudad de Épernay. Durante toda su estancia allí, y hasta su muerte, se dedicó a la custodia del sótano de la abadía (lugar donde se guardaba la producción de vino). Fue durante su administración que la abadía prosperó y duplicó su producción vinícola.
Se dice que cuando Pierre, luego de haber producido -tal vez involuntariamente- el famoso método champenoise, y habiendo probado la bebida contenida en una de las botellas estacionadas en el sótano, exclamó (llamando a quienes estaban en sus cercanías):”¡Venid pronto, estoy bebiendo las estrellas!”, precisamente aludiendo a las burbujas producidas por la fermentación del vino.
@LaNotaCuriosa
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