Estudió en la Academia real con el pintor rococó J. M. Vien. En 1774 ganó el Premio de Roma y viajó a Italia donde recibió una fuerte influencia del arte clásico y de la obra del pintor del siglo XVII Nicolas Poussin, de sólida inspiración clásica.
David desarrolló rápidamente su propia línea neoclasicista, sacando sus temas de fuentes antiguas y basándose en las formas y la gestualidad de la escultura romana. Su famoso Juramento de los Horacios (1784-1785, Museo del Louvre, París) fue concebido para proclamar el surgimiento del neoclasicismo, y en él destacan el dramatismo en la utilización de la luz, las formas idealizadas y la claridad gestual.
La obra presentaba una temática de un elevado moralismo (y, por lo tanto, de patriotismo) que la convirtió en el modelo de la pintura histórica de tono heroico y aleccionador de las dos décadas siguientes. Después de 1789 adoptó un estilo más realista que neoclasicista para poder registrar las escenas de su tiempo relacionadas con la Revolución Francesa (1789-1799), como en la obra de gran dramatismo La muerte de Marat (1793, Museos Reales de Bruselas).
Entre 1799 y 1815 fue el pintor oficial de Napoleón I Bonaparte y registró las crónicas de su reinado en obras de gran formato, como Coronación de Napoleón y Josefina (1805-1807, Louvre). Después de la caída de Napoleón, David se exilió en Bruselas, donde habría de vivir hasta su muerte. Durante esos últimos años retornó a los temas inspirados en la mitología griega y romana, que pintó recurriendo a una mayor teatralidad.
David también fue un prolífico retratista. De dimensiones más pequeñas y de una humanidad más recogida que sus obras de gran formato, sus retratos, como el de Madame Récamier (1800, Louvre), demuestran una gran maestría en la técnica y análisis de caracteres. Muchos críticos modernos consideran sus retratos como sus mejores obras, sobre todo porque no conllevan la carga de los mensajes moralizantes y la técnica, a menudo artificiosa, de sus obras neoclasicistas.
La carrera artística de David representa la transición del rococó del siglo XVIII al realismo del siglo XIX. Su neoclasicismo frío y calculado ejerció una gran influencia sobre sus discípulos Antoine-Jean Gros y Jean Auguste Dominique Ingres, y sus temas heroicos y patrióticos prepararon el camino para el romanticismo. Murió el 29 de diciembre de 1825 en Bruselas.
La coronación de Napoleón I
Autor: Jacques Louis David
Año: 1807
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Medidas: 621 x 979 cm.
Ubicación actual: Museo del Louvre. París
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