Eran tiempos abiertamente complicados en el ámbito internacional debido a la guerra fría. Un año antes, se había suscitado la crisis de los misiles de Cuba la cual casi se convierte en un conflicto mayor entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Asimismo, en 1961, la República Democrática Alemana había decidido instaurar el Muro de Berlin, separando la ciudad en dos, fue en ese escenario que Kennedy trasmitió a los berlineses su condena al Muro y el apoyo del mundo libre que él representaba.
«Todos los hombres libres, vivan donde vivan, son ciudadanos de Berlín, y por ello, como ciudadano libre, estoy orgulloso de decir 'Ich bin ein Berliner' (soy un berlinés)». Estas palabras pronunciadas por Kennedy, cinco meses antes de ser asesinado en Dallas, aun son recordadas por los alemanes con beneplácito.
Una evidencia de que todavía estas palabras son recordadas con agrado por el pueblo alemán, quedó manifiesta en el 50 aniversario de este discurso, una conmemoración que se llevó a cabo en la ciudad de Berlín el 26 de junio de 2013, en la municipalidad de Berlín Oeste, donde Kennedy pronunció su discurso en 1963, y en la cual el ministro alemán de Relaciones Exteriores Guido Westerwelle dijo que las palabras del entonces presidente estadounidense fueron inolvidables para los alemanes. «En estos tiempos difíciles, el presidente Kennedy dio una nueva esperanza a los berlineses y a los alemanes, una nueva confianza».
Con información del Mundo de Uruguay
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