¿Es el sufrimiento generado por la resaca (con el dolor de cabeza, los mareos, los trastornos digestivos...) motivo de peso para aplazar la próxima vez que desees tomar una copa? Ese fue el punto de partida del estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Missouri (EEUU).
Los investigadores realizaron un estudio con 386 personas (196 hombres, 190 mujeres) que solían beber con frecuencia. A todos ellos se les realizó un seguimiento durante 21 días para examinar sus hábitos de consumo de alcohol, así como de otro tipo de sustancias. Durante este lapso de tiempo se obtuvieron 2.276 episodios de consumo, 463 de ellos acompañados de una resaca posterior. Para los autores, resulta sorprendente que la valoración de cuándo volverían a beber fuera similar tanto si en ese momento tenían resaca como si no.
Así pues, los resultados concluyeron que las resacas parecen tener un efecto muy moderado sobre la siguiente bebida, debido fundamentalmente a que el dolor de la resaca es temporal y los efectos que se producen mientras se bebe son lo suficientemente placenteros como para considerar la resaca una pequeña molestia.
Fuente: Muy Interesante
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