El 16 de noviembre de 1885, Eastman inventó la película nitrocelulosa para la impresión de imágenes.
El 4 de septiembre de 1888 Eastman registró la marca Kodak y recibió una patente para su cámara que usaba el rollo de película. Ese mismo año lanza al mercado la cámara Kodak 100 Vista, que utilizaba carretes de 100 fotos circulares y para cuya campaña de promoción acuñó la frase «Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto». Lo más importante es que a partir de este momento ya no se requerían grandes conocimientos en fotografía o en la utilización de productos químicos.
Esta cámara se vendía ya cargada y lista para realizar las fotos. Una vez usada, se devolvía a la casa que extraía el carrete, revelaba fotos y las devolvía junto a la cámara ya cargada. Los precios que hoy nos resultarían muy económicos, unos 25$ la cámara cargada y el carrete cargado y revelado sólo costaba 10$ para la época era una fortuna. La novedad se impuso y supuso que el uso de la fotografía se pudo extender a toda la población, es por tanto el momento de la popularización de la fotografía.
Ya en el año 1889 Eastman cambia el carrete de papel por uno de celuloide y unos años más tarde elimina la incomodidad de tener que devolver la cámara entera, al comenzar la comercialización de un carrete protegido que permite su colocación y extracción a la luz del día.
Es en estos años cuando surge la fotografía de aficionado tal y como la conocemos en la actualidad.
Eastman, de carácter complejo, se hizo multimillonario gracias a sus innovaciones, invirtiendo grandes sumas de dinero en diferentes obras benéficas. Sin embargo, su inestabilidad psíquica le llevó a su suicidio, tras padecer una enfermedad degenerativa que le impedía caminar. Dejó una nota en la que ponía:
«A mis amigos:, mi trabajo está hecho, ¿por qué esperar?» (en inglés: «To my friends: My work is done. Why wait?»)
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