Los asesinos
Robert Thompson y Jon Venables |
La vida de Jon Venables no era muy diferente a la de Robert. Además de los problemas en casa, ambos sufrían el acoso escolar de sus compañeros. Fue por todo esto que se hicieron tan amigos.
El secuestro
James Bulger |
Una anciana recordó que ese día los chicos se burlaron de ella por caminar encorvada. Una empleada afirmó que los echó de la oficina hipotecaria donde trabajaba, después de que entraran gritando y revolvieran los folletos de información. Uno de ellos fue visto también en la librería del centro comercial, hojeando un cómic; cuando la dependienta le preguntó si quería algo, "tiró el cómic y salió huyendo".
Las cámaras de vigilancia del centro comercial registraban todo, paso a paso, con la hora sobrepuesta a las imágenes. Una documentación en video del itinerario fatal de esa mañana invernal:
Video del secuestro |
3:39 pm: Thompson y Venables se acercan al niño y le tienden la mano. El niño, curioso y amigable, no lo pensó dos veces.
3:40 pm: Denise salía de la tienda y buscaba a James.
3:41 pm: James reaparecía en otra cámara; caminaba por la galería principal del centro en de dos niños mayores que él.
3:42 pm: James compañía se acercaba a la puerta del recinto, dando la mano a uno de sus acompañantes.
3:43 pm: el trío abandonaba el centro comercial. Esa fue la última imagen de James Bulger con vida.
La madre lanzó la alarma de inmediato, pero ya era tarde; James se había alejado con sus torturadores y asesinos por una salida secundaria, como mostraron luego las cámaras del circuito cerrado de televisión.
Las últimas horas de James Bulger consistieron en una larga y terrorífica caminata desde el Centro Comercial hasta un descampado junto a una vía férrea, cerca de un río. En el trayecto, treinta y ocho testigos los vieron pasar. Fueron cuatro kilómetros de marcha agotadora, durante los cuales James Bulger lloró casi ininterrumpidamente. Varios testigos recordaban a James lloroso y con magulladuras en la cara.
Una mujer dijo haber visto cómo los otros dos niños tomaban a James de las manos, uno a cada lado, y lo balanceaban hacia delante y detrás "subiéndole hasta la altura de sus cabezas". El niño parecía muy asustado, explicaría tiempo después. Pero nadie intervino. Todos los testigos, las treinta y ocho personas que cruzaron su camino, admitieron ver a los chicos "maltratando" a James Bulger durante el trayecto, pero ninguno intervino ni lo defendió. Pensaron que se trataba de un hermano menor.
El crimen
Escena del crimen |
La captura
James Bulger |
Los investigadores examinaron las cintas de los videos de seguridad una y otra vez antes de darse cuenta de lo que había ocurrido en realidad y lo que observaron los dejó atónitos: James había sido sacado por otros dos niños. Al principio se pensó que se trataba de dos chicos enviados por el verdadero secuestrador, pero la realidad de lo ocurrido horrorizó a la opinión pública.
Robert Thompson y Jon Venables fueron arrestados en una intensa movilización policíaca. Por decisión expresa del gobierno, fueron juzgados como adultos. Durante el juicio, los dos acusados asistieron impasibles a la reconstrucción efectuada por el fiscal en los juzgados de Preston, a unos treinta kilómetros del solar donde James fue muerto a golpes y pedradas. El jurado examinó las imágenes grabadas por la cámara de seguridad del Centro Comercial Strand, donde los dos acusados secuestraron al pequeño. Con la hora sobreimpresa en las imágenes, resultó sencillo ordenar la secuencia de los hechos.
En el juicio, los niños asesinos no tuvieron la menor oportunidad de defenderse: la prensa y la opinión pública siempre los trató como adultos. Jon Venables se mostró desconectado de lo que se decía en la sala, concentrado en sus zapatos o jugando con las manos.
A raíz de este terrible crimen, los demás niños británicos perdieron su libertad, su derecho a hacer mandados, a jugar a la pelota en su barrio con sus amigos o simplemente andar en bicicleta en la vereda, su derecho a la infancia. La filosofía de que los niños no estaban seguros en ninguna parte se impuso. No se podía dejar a los hijos con nadie a cargo. Miles de mujeres abandonaron sus empleos para ocuparse solamente de sus pequeños ante el síndrome y el miedo al secuestro. Nada volvió a ser como antes.
La condena
Robert Thompson |
Jon Venables y Robert Thompson pasaron ocho años y cuatro meses en prisión. Aunque en la cárcel estuvieron separados, las vidas de Jon Venables y Robert Thompson no fueron muy diferentes. Ambos estuvieron rodeados de fortísimas medidas de seguridad y de una legión de especialistas. El gobierno británico gastó en su rehabilitación tres millones de libras esterlinas (cuatro millones de dólares). A pesar de que los niños se pasaron la responsabilidad por la muerte de Bulger, ambos terminaron por asumir su culpabilidad.
Jon Venables |
Pero en Gran Bretaña, donde nadie pudo olvidar la historia de la sádica ejecución del pequeño James Bulger, la noticia provocó furia. La ferocidad de la acción de los niños homicidas asombró al mundo.
Las vidas de Venables y Thompson recomenzó en alguna ciudad del norte de Inglaterra, donde su acento de Liverpool pasaría desapercibido. Se les ubicó en un centro urbano por aquello del anonimato de las ciudades y, por supuesto, ambos tienen sus domicilios en localidades diferentes. Dada la combinación fatal que forman, nunca jamás, podrán encontrarse.
El 3 de marzo de 2010, Jon Venables, ya de veintisiete años, fue encarcelado de nuevo. Violó su
Denise Fergus |
De Robert Thompson no se sabe mucho, actualmente vive en alguna ciudad del norte de Inglaterra con una nueva identidad. Durante su estancia en la prisión, le costó trabajo superar el bachillerato elemental, pero desarrolló habilidades artísticas. Varios de sus cuadros aun se pueden apreciar en la sala de visitas de la prisión.
Veinte años han pasado desde el horrendo crimen del pequeño James, a mano de 2 niños poco mayores que él, pero la herida que esto dejó en la sociedad inglesa no se borrará nunca.
Espera pronto una nueva entrega con otro de los @HorroresHumanos, que nunca deben ser olvidados, para así jamás ser repetidos.
Fuentes: Escrito con sangre | Wikipedia | Taringa
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