Bartolomeo Cristofori de Padua, Italia, inventó el primer pianoforte. Él lo llamó gravicémbalo col piano e il forte. El nombre hace referencia a la capacidad del instrumento de producir notas a diferentes volúmenes, dependiendo de la intensidad de la presión sobre las teclas. No está enteramente claro cuándo construyó este instrumento, pero un inventario hecho por los patrones de Cristofori, la familia de Medici, indica la existencia de un instrumento temprano de Cristofori por el año 1701.
Cristofori construyó solamente unos veinte pianofortes antes de morir en 1731; los tres que han sobrevivido hasta hoy datan de la década de 1720. El piano de Cristofori fue el primero en poseer un sistema de mecanismo con martillo que podía lograr tanto sonidos fuertes como suaves. En 1711 Scipione Maffei describe uno de los primeros pianos de Cristofori como un "harpiscordio (gravicémbalo) con fuerte y suave".
Hacia 1726 Cristofori introduce un nuevo elemento en sus pianos, el sistema "una corda" que permanece hasta nuestros días. Se basaba en la posibilidad de permitir al ejecutante mediante un comando especial desplazar el mecanismo de tal modo que cada martillo golpee sobre una menor cantidad de cuerdas de lo que habitualmente hace para lograr un sonido muy suave.
En los pianos modernos actuales el "una corda" permite que el martillo del piano golpee sobre solo una cuerda de cada grupo. El piano produce el sonido pulsando cuerdas de acero con martillos de fieltro. Las vibraciones se transmiten a través de los puentes a la caja de resonancia.
Cuando hablamos del piano moderno nos referimos fundamentalmente a los pianos diseñados y construidos desde la última década del siglo antepasado (1890) hasta el presente. Si bien este período de tiempo es muy amplio, los pianos que se construyeron en él pueden considerarse en conjunto puesto que las variaciones de diseño y materiales han sido menores.
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