Las causas son varias
• Una de las más importantes es la masturbación rápida durante la adolescencia.
• La poca experiencia sexual: cuanta menor es la experiencia sexual, mayor es la incidencia de este trastorno. La mayor parte de los chicos lo sufren en sus primeras relaciones sexuales.
• Otra causa muy frecuente es la ansiedad sexual. El nerviosismo, propio de muchas relaciones sexuales, provoca que la eyaculación surja antes de lo deseado. Las personalidades tendentes a la preocupación o a la ansiedad tengan una mayor presencia de esta disfunción.
• Otra posible causa, relacionada con la anterior (el nerviosismo), que es muy habitual, es el miedo a que una mala experiencia pasada se repita. Las situaciones en que tiene lugar el acto sexual también influyen. Así, surge con más frecuencia en circunstancias en las que hay una carga de nerviosismo, como la que produce cuando el sexo ocurre en lugares donde se teme que alguien les descubra.
• La eyaculación precoz puede sobrevenir de manera repentina. Cuando un hombre tiene un 'gatillazo' y sufre una eyaculación extravaginal o al poco tiempo de la penetración, este episodio negativo empieza a generarle una gran preocupación. El afectado teme que este episodio vuelva a repetirse y este pensamiento negativo le adelanta el suceso. Entra en una especie de círculo vicioso. Además, es más frecuente cuando la pareja sexual es una mujer con la que se tiene poca confianza, lo que ocurre con parejas sexuales nuevas.
La autoestima de los chicos u hombres con esta disfunción sufre un duro golpe. Los afectados suelen tener menos seguridad en sí mismos, sobre todo, ante el sexo opuesto, tienden a evitar el contacto afectivo e, incluso, suelen mostrar comportamientos de irritación. Aunque no es habitual que ocasione problemas psicológicos graves, "a veces puede generar depresión grave", apunta Pena. En las parejas con una buena comunicación, se sufre el problema, pero el conflicto que crea es menor. En aquellas con problemas añadidos o que tienen falta de habilidades para comunicarse, este problema provoca una afectación mayor. De ahí la importancia de que se tenga en cuenta este aspecto en los programas de tratamiento.
Tratamiento psicológico
La eyaculación precoz en la mayoría de los hombres entre la adolescencia y los 45 años es de origen psicológico, aunque hay algunos que tienen una base orgánica o física. Por este motivo, siempre es conveniente consultar a un médico. Además, con la edad, las causas físicas comienzan a cobrar mayor protagonismo, junto a otros problemas como la impotencia y la falta de deseo sexual. Los afectados deben acudir a la consulta de un psicólogo cuando nunca han tenido un control de la eyaculación o lo han tenido y lo han perdido, sobre todo si esta pérdida se relaciona con alguna experiencia adversa (un "gatillazo" o pensamientos negativos).
El psicólogo aplica un tratamiento de enfoque cognitivo-conductual, para cambiar la forma de pensar y la conducta. El objetivo es educar su reflejo eyaculatorio, para conseguir retrasarla y, así, disfrutar de una relación sexual más prolongada y placentera. Las sesiones con el terapeuta duran una hora (al principio semanales y luego cada quince días) y el tratamiento se alarga entre cuatro y seis meses.
@Culturizando
Fuente: 20minutos.es
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