No sería hasta 1920 cuando un policía de Detroit llamado William Potts ideara un sistema eléctrico de alumbrado que le permitía controlar tres intersecciones de calles desde una torre. Escogió en los prototipos los colores rojo, amarillo y verde porque eran los que los ferrocarriles venían utilizando, y así nació el primer semáforo moderno que funcionó en el mundo.
Por Ángel Daniel Fernández @andafero
Seguir a @Culturizando
Tweet
