El término humildad es también asociado a la modestia y la ausencia de soberbia. Con una connotación positiva, esta palabra denota además sinónimo de pobreza. Desde la perspectiva de la religión, la humildad se asume como el reconocimiento de lo divino ante lo humano. Todos han de ser iguales ante Dios. Otras acepciones dan cuenta de esta virtud, como una suerte de conciencia que se ha de tener con respecto al camino a transitar para la liberación del sufrimiento.
Desde el punto de vista filosófico las concepciones sobre la humildad varían. Mientras para Federico Nietzsche, es una falsa virtud que oculta las decepciones que un individuo tiene en su interior, para Immanuel Kant, es la virtud central de la vida ya que brinda una perspectiva apropiada de la moral.
Más comúnmente la humildad se asocia con la actitud del individuo que no presume de sus logros, que es capaz de reconocer sus fracasos y actúa sin orgullo.
Esta semana reflexionamos sobre la humildad porque:
«Los más generosos acostumbran a ser los más humildes». René Descartes
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