Los orígenes del conflicto residen en la decisión del Partido Comunista soviético de apoyar más directamente al gobierno de Cuba al mando de Fidel Castro, debido al antecedente que se creó con la operación fracasada de Bahía de Cochinos, que dio muestras inequívocas de que Estados Unidos no iban a permitir un gobierno pro-soviético a escasos kilómetros de sus costas.
La Unión Soviética vio en Cuba la base necesaria para el apoyo a nuevas oleadas revolucionarias pro-soviéticas en países americanos, así como por su cercanía a Florida, una base militar desde donde poder amenazar a los Estados Unidos sin que éstos tuvieran tiempo de reacción, igualando así la amenaza que significaba para los soviéticos los misiles estadounidenses emplazados en Turquía, estado fronterizo con la Unión Soviética, y la República Federal Alemana.
Por ello, el entonces líder soviético Nikita Jrushchov y su gobierno decidieron asegurar la isla con la instalación de bases de misiles, con capacidad para alcanzar Estados Unidos y dispuestos para llevar cabezas nucleares. La instalación fue descubierta por las fotografías de un avión espía estadounidense, el U-2.
Analistas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) señalaron al presidente estadounidense John F. Kennedy que estructuras fotografiadas en Cuba parecían corresponder a instalaciones de misiles, todavía no operacionales pero que lo estarían en poco tiempo. Kennedy, se dirigió a la Nación con un mensaje televisado de 17 minutos, el 22 de octubre de 1962. Habló de establecer una cuarentena y un cerco alrededor de la isla, para cumplir esta medida se desplegaron barcos y aviones de guerra estadounidenses.
Jrushchov dirigió un mensaje a Kennedy el 24 de octubre: «La URSS ve el bloqueo como una agresión y no instruirá a los barcos que se desvíen»; pero en las primeras horas de la mañana, los buques soviéticos disminuyeron la velocidad en sus desplazamientos hacia Cuba, con el fin de evitar algún conflicto mayor.
El 26 de octubre el gobierno soviético enviaba a Washington D.C. un mensaje personal de Jruschov a Kennedy para llegar a un acuerdo: los buques soviéticos se retirarían si el gobierno estadounidense lanzaba una declaración pública renunciando a derrocar al régimen de Fidel Castro y ofreciendo no patrocinar cualquier ataque bélico con ese fin.
El sábado 27 de octubre de 1962, la defensa antiaérea soviética estacionada en suelo cubano, logró detectar e interceptar un avión espía estadounidense tipo U-2, que fue derribado por un misil tierra-aire cuando espiaba el oriente de la isla de Cuba, aumentando aún más la tensión, pero en la mañana del mismo día 27 de octubre, Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelamiento de las bases soviéticas de misiles nucleares en Cuba, a cambio de la garantía formal y pública de que Estados Unidos no realizaría ni apoyaría una invasión al territorio cubano.
Además, la propuesta soviética establecía que los Estados Unidos también deberían a cambio ejecutar el desmantelamiento de las bases de misiles nucleares estadounidenses situadas en territorio de Turquía, país fronterizo con la URSS. También se pedía el retiro de los misiles PGM-19 Jupiter que los estadounidenses mantenían en el sur de Italia.
Los diplomáticos soviéticos y estadounidenses realizaron urgentes y continuas negociaciones secretas en Washington y en Moscú, transmitiendo las propuestas de uno y otro bando para solucionar la crisis durante todo el día 27.
Tras las negociaciones, Kennedy y su gabinete aceptaron la oferta soviética en la madrugada del domingo 28 de octubre. Este acuerdo se conoció más tarde, ya que Kennedy lo aceptó con la condición de no invadir Cuba ni apoyar grupo alguno con esa intención. El desmantelamiento de los misiles estadounidenses de Turquía no fue hecho público hasta que se llevó a cabo seis meses después.
En este momento se creó el llamado teléfono rojo, una línea de comunicaciones directa entre la Casa Blanca y el Kremlin, con el fin de agilizar las conversaciones entre ambas potencias durante períodos de crisis, evitando las demoras diplomáticas, y tratando de subsanar posibles malentendidos sobre la cuestión nuclear.
El 29 de octubre el mandatario soviético Nikita Jruschev envió a Fidel Castro un informe comunicando los términos del acuerdo que soviéticos y estadounidenses ya habían concluido sobre Cuba. La Conferencia de Helsinki de 1973-1975 fue muy importante para la posterior distensión entre la URSS y los EE. UU.
Curiosamente los principales protagonistas no duraron mucho tiempo después esta crisis. El presidente de EEUU Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 y el líder de la URSS, Nikita Jrushchov, fue apartado de su cargo por el politburó (comité comunista) el 14 de octubre de 1964.
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