Los residentes no musulmanes de la ciudad se vieron obligados a trasladarse a Grecia, dejando abandonadas alrededor de 350 casas, dos iglesias y calles empedradas sin fin. Ahora sin techo, se desmoronan las estructuras de piedra, con tan solo una pequeña población de cabras errantes.
En 1980 se intentó reconstruir Kayaköy con fines turísticos, pero el gobierno turco se negó.
Con información de Husmeando por la red
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