Las pequeñas gotas de agua y cristales de hielo en las nubes son del tamaño perfecto para dispersar todos los colores de la luz, en comparación con las moléculas más pequeñas de aire que dispersan la luz azul.
Cuando la luz contiene todos los colores, lo percibimos como blanco. Las nubes blancas son más delgadas y permiten que una gran porción de luz las atraviesen. Pero al igual que todo los objetos que transmiten luz, las nubes más gruesas reflejan menos luz.
A medida que aumenta el espesor, la parte inferior de las nubes se ve más oscura, pero aún se dispersan todos los colores. Percibimos esta acumulación de agua como gris. De acuerdo con Scientific American, si te fijas bien, te darás cuenta de el fondo de las nubes son más grises que sus lados.
Con información de quo.mx
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