Estaba en juego la soberanía sobre la pequeña isla de San Juan. La disputa surgió como consecuencia de un intento por definir la frontera entre EE.UU. y Canadá: el Tratado de Oregón de 1843. En 1859, la atmósfera de hostilidad estalló de forma espectacular.
El catalizador involuntario de la conflagración fue un cerdo, que pertenecía al irlandés Charles Griffin. El cerdo tomó la fatídica decisión de pasear por la propiedad del norteamericano Lyman Cutlar, donde se lanzó sobre el jardín de vegetales del granjero. Cutlar, una vez que descubrió al intruso, tomó su rifle y mató al cerdo.
Fuente: tuhistory
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