Según Miia Kivipelto, coautora del estudio, los resultados tienen un importante valor de cara a la atención médica primaria, y sugiere que un tratamiento preventivo en adultos que han perdido a su pareja podría reducir la incidencia del alzhéimer y la demencia, y evitar así que se cumplan los pronósticos de los expertos, que estiman que en 2040 habrá 81,1 millones de personas afectadas por estas enfermedades.
Fuente: Muy Interesante
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