Todo comenzó cuando Smith Barney, hace un poco más de 30 años, buscaba algún objeto original para decorar una pared de su hogar. Teniendo en cuenta su profesión, se encontró con que un asiento de inodoro de madera funcionaría a la perfección.
Desde ese momento comenzó a pintar y colocar todo tipo de cosas en este medio de arte tan extraño, y ahora, es el orgulloso propietario de más de 700 obras de arte hechas con asientos de inodoros.
Después de que su mujer lo obligó a sacarlas todas de la casa, las obras maestras de Barney ahora se almacenan en su garaje, que funciona como un pequeño y excéntrico museo.
El artista encuentra inspiración para su trabajo en casi todo lo que ha hecho. Algunos se inspiran en sus viajes alrededor del mundo, otros en su profesión, o su aniversario de boda. Esa es también la razón por la que este hombre de 89 años de edad, no vende ninguna de sus obras de arte, todas ellas significan mucho para él.
Los asientos de inodoro, así como el aserrín y el pegamento, son donados por una empresa local, y los accesorios decorativos fueron donados por varias personas por correo. Y aunque se esta acercando rápidamente a los 90 años, el viejo Barney tiene todavía una buena cantidad de asientos de inodoro en blanco, en espera de ser adornados.
@Culturizando
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