Eso sí, dejar el café te puede dejar siendo menos cordial los primeros días pero adoptar el hábito de incluir esta fruta en tu ritual matutino te hace mucho bien, recuerda el refrán “una manzana al día, del médico te libraría”.
La fructosa que se encuentra en la manzana provee un golpe de energía equivalente al del café, además, tiene carbohidratos y altas cantidades de fibra, gracias a la cual, el cuerpo absorbe lentamente los azúcares y distribuye la energía poco a poco. Lo contrario sucede con el café, te da un alza súbita de energía y causa que tu corazón lata más rápido, por lo que te sientes más acelerada.
Si eres de las que prefiere té por las mañanas, acompáñalo con una manzana picada en rueditas y estarás tan activa como tu vecina de puesto que se toma tres cafés antes de las 10 am, solo que de una manera más saludable que tanto tus huesos como tu sistema nervioso te lo agradecerán.
Fuente: radiomundial
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