Beijing es una ciudad en la que reina la geometría y cada departamento se parece al otro. Y mientras la mayoría de los propietarios tienen suerte si los dejan levantar una pequeña barda, una pared o plantar algunos árboles sin pedir permiso del gobierno, hay un excéntrico doctor que deliberadamente construyó una montaña encima de un edificio residencial de 26 pisos. Esto lo hizo, obviamente, sin pedir permiso ni de los residentes del edificio ni de las leyes locales.
La enorme adición cubre mil metros cuadrados del techo, y fue construida utilizando rocas artificiales pero árboles y plantas reales. Tomó seis años de quejas de los vecinos, quienes sufrieron del ruido de maquinaria pesada, fugas de agua y otras molestias para finalmente tener la atención de las autoridades, quienes le dieron al hombre quince días para quitar la montaña.
La historia, no obstante los peligros pragmáticos que conlleva, es increíble. Este doctor en lugar de irse a vivir a una montaña (claramente tenía los recursos para hacerlo), decidió traer la montaña a su casa. Tener un refugio místico de la ciudad geométrica, imponente, donde se está tan lejos de la naturaleza.
Fuente: Pijamasurf
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