Kuroda y sus colegas han demostrado que en el momento en que un bebé reconoce que está en brazos de un adulto, deja de agitarse, sus músculos se relajan y el ritmo de su latido cardíaco disminuye rápidamente. Y usando un electrocardiograma han comprobado que en las crías de ratón la velocidad a la que late el corazón también desciende cuando la madre lo agarra suavemente de la espalda para moverlo de un lado a otro, además de que cesa su llanto (emitido en ultrasonidos).
Fuente: muy interesante
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