Dicha ley niega autoridad a las cortes de justicia federales para detener de inmediato la plantación y venta de productos transgénicos. Antes de que esta ley fuese aprobada, el Departamento Estadunidense de Agricultura (USDA) se encargaba de aprobar toda siembra y venta de semillas transgénicas; sin embargo, la sección 735 (que protege a dichas empresas) de la ley de Seguridad Agraria pasó virtualmente desapercibida para los legisladores, o bien, como afirman los opositores, el Congreso negoció con las compañías de manera privada.
Lo que esta ley implica es que, si posteriores investigaciones demuestran nuevos riesgos y responsabilidades provenientes del consumo de productos transgénicos, las compañías productoras de los mismos, como Monsanto, evadirían juicios federales. Desde la aprobación de la ley se han llevado a cabo marchas y protestas afuera de la Casa Blanca, además de colectas de firmas que se oponen a la polémica ley.
El blanco de las críticas ha sido la senadora Barbara Mikulski, presidenta del Comité de Asignaciones del Senado, misma que se ha desvinculado a través de un comunicado en su página personal, donde asegura que tuvo que dejar de lado muchas de sus propias prioridades para que la ley en su conjunto pudiera aprobarse. El futuro de dicha ley –una coartada legal para los crímenes de bioseguridad– no ha sido aclarado.
Fuente: ecoosfera.com
Seguir a @HoyVerde
Culturizando no se hace responsable por las afirmaciones y comentarios expresados por sus columnistas, anunciantes o foristas; y no reflejan necesariamente la opinión de la misma.
Culturizando se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que por su naturaleza sean considerados ofensivos, injuriantes, fuera de la ley o no acordes a la temática tratada.
En ningún momento la publicación de un artículo suministrado por un colaborador, representará algún tipo de relación laboral con Culturizando.
Tweet