Este fluido salado está repleto de proteínas, agua, mucosidad y aceites, siendo liberado por la glándula lagrimal en la parte superior y externa del ojo. Desde allí, fluye sobre toda la superficie frontal del mismo, pasando por la córnea y la esclerótica, humedeciendo el órgano, quitando cualquier suciedad y ayudando a mantener una visión clara. Las suciedades en el ojo, además de ser peligrosas para la salud del mismo, obstaculizan la visión por más minúsculas que sean, ya que impiden el paso de la luz. Finalmente, cada vez que el ojo parpadea distribuye ese fluido por todo el ojo.
Existen tres tipos de lágrimas y cada una tiene un propósito diferente:
Lágrimas basales: son omnipresentes en el ojo y previenen la sequedad.
Lágrimas reflejas: protegen al ojo de irritantes, como por ejemplo el humo, una ráfaga de viento o de los aminoácidos de las cebollas que hacen llorar.
Lágrimas emocionales: son las que manifiestan ante ciertos estados emocionales o un exceso de estrés.
¿Por qué son saladas las lágrimas?
Nuestro organismo esta compuesto por una gran cantidad de sal y nuestros fluidos como el sudor, la orina y las lágrimas, que fluyen a partir de éste, también. Una lágrima tiene tres ingredientes fundamentales que se originan por diferentes glándulas, ellos son el sebo, el agua y la mucosa.
El sebo es básicamente grasa y evita que las lágrimas se evaporen fácilmente, el agua constituye el mayor volumen de las lágrimas y ayuda a que éstas se extiendan por el ojo mientras que la mucosa ayuda a que la lágrima se vuelva homogénea y pueda distribuirse unificada. Además, las lágrimas tienen grandes cantidades de sales provenientes de la sangre y de la dieta.
La sales son absorbidas por los intestinos tras las ingestas de alimentos y líquidos, pasan al torrente sanguíneo y luego llegan a las glándulas lacrimales, donde las lágrimas se forman. Análisis químicos de lágrimas han señalado que entre otros componentes había una gran cantidad de cloruro de sodio, es decir, sal. Otros compuestos fueron el cloruro de potasio, el bicarbonato y el manganeso.
En fin, una buena forma de explicar por qué las lágrimas son saladas es decir que es porque nosotros mismos somos salados.
Fuente: ojocientifico.com
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