Estudios han probado que la sola presencia de árboles y pasto reduce la agresión y violencia reportadas. También otro estudio encontró que las personas sometidas a pruebas estresantes, se recuperaban más rápido y de forma más completa cuando se les exponía después a ambientes natrales.
Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Tennessee examinó la influencia de las zonas de juego en la actitud y comportamiento de los niños. Por un lado las que son artificiales, construidas con metal y plástico, y por otro lado, los de estructuras de madera, rodeados de jardines y de otras características naturales.
Se encontró que a los niños les gustan más los patios naturales, crean una relación más cercana con ellos, los frecuentan casi el doble de tiempo y además realizan actividades más activas.
Esta podría ser una medida que contribuyera a la epidemia de obesidad y sedentarismo. Al menos eso afirma Dawn Coe, profesor en el Departamento de kinesiología de la Universidad de Tennessee: “Los patios y jardines naturales parecen ser una alternativa viable a las zonas de juegos tradicionales”. Además, es una buena forma de acercar a los niños a la Naturaleza y a que tengan una mayor interacción con ella.
@HoyVerde
Fuente: ecoosfera.com
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