Desde una edad temprana, los logos de comida rápida quedan grabados en los cerebros. Incluso a edades en las que no se han terminado de desarrollar las zonas que se encargan del autocontrol.Investigadores de las Universidades de Missouri y de Kansas City enseñaron a un grupo de niños de entre 10 y 14 años de edad, 120 logos —60 de comida y 60 de otros tipos— y monitorearon las señales del cerebro con MRI. Encontraron que los logos de comida rápida incrementaban la actividad cerebral de igual forma que si tuvieran comida real enfrente.
Esto es preocupante por dos razones. Primero porque los logos representan comida nada saludable. Segundo, porque las zonas del cerebro que se encargan del autocontrol aún no están desarrolladas por completo en los niños. Esto conlleva a que los niños puedan tomar muy malas decisiones sobre lo que se llevan al estómago.
Antes de este estudio, ya se había encontrado que el cerebro de los jóvenes obesos reacciona de forma más intensa ante los logos de comida rápida que los jóvenes de peso estable.
La Dra. Amanda Bruce agregó que los cerebros de los niños quedan marcados a edad muy temprana: “hay estudios que encontraron que muchos niños pueden identificar los arcos amarillos incluso antes de conocer la letra M”.
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Fuente: ecoosfera.com
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