El whiskey, a diferencia del whisky escocés y el bourbon americano, posee un sabor y olor más suaves gracias a que la malta y la cebada se secan con vapor sin utilizar turba, y su tiempo de añejamiento lleva entre 5 y 8 años. convirtiéndolo en una bebida versátil y por lo tanto fácil de mezclar.
Gracias a su proceso de maduración en barricas de roble americano o Bourbon se pueden percibir notas de vainilla y madera tostada , mientras que las notas frutales, de nuez y envinado vienen de las barricas de roble europeo ó Jeréz.
El consumo del whisky irlandés se realiza mayoritariamente dentro del país de producción, exportando solamente un 25%, aunque en estos últimos años han aumentado notablemente dichas exportaciones.
Los estadounidenses también llaman a su whisky, "whiskey". El whisky estadounidense debe ser elaborado, según la ley nacional, a base de maíz por lo menos en una concentración superior al 51%, y generalmente al 70%, aunque algunas destilerías llegan a utilizar un 80-85% de maíz en la mezcla. Otros ingredientes añadidos son típicamente: el trigo, centeno o cebada malteada. Al igual que el Whiskey Irlandés, se añade la letra "e" a la palabra whisky. Solamente una destilería en Estados Unidos llama a su whiskey, "whisky" (Makers Mark).
@Culturizando
Tweet