De esta manera, una persona con ortorexia consume exclusivamente , por ejemplo, alimentos orgánicos, integrales, sin grasa, no procesados, etc., lo que a la larga no sólo pone en riesgo su salud física, debido a que deja de consumir nutrientes esenciales para el cuerpo, sino también repercute en su equilibrio emocional.
Según el médico estadounidense Steven Bratman, quien en 1997 acuñó el nombre de este desorden alimenticio, los ortoréxicos pasan más de tres días pensando en los beneficios de la comida sana; planifican minuciosamente lo que van a comer al día siguiente; leen con detenimiento las etiquetas de todos los productos; no experimentan placer cuando comen; evitan asistir a eventos sociales por temor irracional a consumir algo fuera de sus patrones establecidos; renuncian a las comidas que antes les gustaban; se sienten muy culpables cuando no cumplen con su dieta y tienen baja autoestima. Para este trastorno el tratamiento consiste en terapia psiquiátrica.
@Culturizando
Fuente: Muy Interesante
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