Pese a esta equivocación lingüística, su utilización es amplia en toda la región hispano parlante, con algunas excepciones en países como Venezuela, donde poco a poco se ha sustituido el binomio en casi todo el marco jurídico vigente por la única denominación de “ambiente”.
La verdad es que medio y ambiente, suelen usarse como sinónimos, pero no lo son, aunque uno incluye al otro, y por lo tanto, la composición es redundante.
Por “medio” entendemos el sustrato físico o natural en el cual se desenvuelve la vida, o donde ocurren diversos procesos ecológicos esenciales entre factores bióticos (seres vivos) y los abióticos (elementos sin vida como los minerales). De allí que usualmente el medio se refiere al agua, el aire o el suelo.
Por “ambiente” entendemos, en líneas generales, el conjunto de elementos naturales y sociales, relacionados e interdependientes, en un lugar y tiempo determinado, que en forma directa influyen a todos los seres vivos, y que por supuesto, incluye al medio físico, sea éste acuático, aéreo o terrestre.
Por lo anterior, antes de volver a decir “Medio Ambiente”, piénselo dos veces e imagínese como suena el decir: Un vehículo azul azulado, o un círculo redondo. Lo correcto, es Ambiente.
Por Diego Díaz Martín, Presidente de @ONGVITALIS
@ddiazmartin para @Culturizando
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