La mayoría de los controles remotos funcionan a través de ondas de luces de baja frecuencia para así enviar señales que serán decodificadas por los aparatos. Desde hace ya 30 años aproximadamente, los controles remotos comenzaron a ser producidos con luces en el rango infrarrojo (la cual tiene una frecuencia de onda tan baja que el ojo humano no puede percibir).
El trabajo que realiza tu control remoto cuando le das alguna directiva es el de enviar ese mando a través de señales a un receptor que decodificará la directiva y la aplicará casi instantáneamente.
Esto es lo que sucede paso a paso:
1. Presionas un botón en el control remoto.
2. Ese botón activa un pequeño procesador, que enciende una luz, llamada diodo, en la parte frontal del control remoto.
3. El diodo emite una señal infrarroja hacia un área sensible a la luz en tu televisor (o aparato electrónico de tu preferencia).
Esta señal que emite el diodo es diferente para cada acción que quieras realizar (sea cambiar de canal o subir y bajar el volumen). Los televisores más modernos pueden manejar la impresionante cantidad de hasta 50 acciones diferentes. Las limitaciones que presentan los controles remotos tienen que ver directamente con la luz infrarroja, la cual no permite rangos de más de 10 metros de distancia del receptor.
@Culturizando
Fuente: ojocientifico.com
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